martes, 28 de julio de 2009

You say you want a revolution.

Encontré la felicidad momentanea. Caminar por calles relativamente vacías en días de frío con Thom Yorke cantando en mi iPod Schuffle es algo que vale la pena vivir.
Eso sí, en el caso que el lugar sea Pueyrredón y Corrientes en hora pico puede llegar a transformarse en uno de esos momentos que no le deseo a nadie. Bueno,'nadie' es un decir. Realmente no me disgustaría que lo padezcan aquellos que cantaban 'Se siente, se siente Mauricio presidente' en el búnker del admirador número uno de Micky Vainilla.
En fin.

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